Una frase, una película
Una frase, una película
Todos los guionistas y contadores de historias, quieren con cada escrito contar la historia perfecta. No todos lo consiguen, ni mucho menos, pero otra de sus obsesiones es al menos crear una frase mítica por la que todos recordarán aquella historia o aquella frase que resuma toda la trama de un solo golpe.
Cuanto mas clásica y mítica es una película, mas frases de ella se recuerdan. "Tócala, Sam", "creo que este es el inicio de una gran amistad", "El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos." o "de todos los cafés del mundo, ¡ella entra al mío!" El café en cuestión es el Rick's cafe, que se encuentra en la ciudad marroquí de Casablanca. Ciudad que da nombre a la película y que se resume en una gran frase:
Siempre nos quedará París.
La frase, como todas las demás, pertenece a Casablanca (1942 | Casablanca | 1h 42min.) Dirigida por Michael Curtiz. Protagonizada por Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre. La película nos explica como durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad marroquí de Casablanca está compartida por franceses y nazis, y es la principal vía de escape para los que huyen de los nazis en dirección Estados Unidos. Allí tiene su local Rick (Humphrey Bogart), que se mantiene neutral en el conflicto, hasta la aparición de Isla (Ingrid Bergman), a la que conoció en el París justo antes de ser invadida por el ejercito nazi. Casablanca (1942) no es solo una película de guerra, no es solo una película de bajos fondos, no es la típica película sobre nazis, es todo eso, pero la película gira entorno de los últimos días que pasaron en París, Isla y Rick. Ambos se conocen y enamoran en la ciudad de París pocos días antes de la invasión nazi de la ciudad. Quedan para huir de la ciudad antes de que eso suceda, pero ella no acude a la cita y él se marcha solo a Casablanca, donde tiempo después el destino los volverá a juntar. La frase aparece hacía el final de la película cuando él le dice que da igual lo que suceda en el futuro, pues los nazis les persiguen, que a ambos siempre les quedará todo aquello que vivieron en la capital francesa. Tanta sentencia famosa les proporcionó tres Oscars, a mejor película, director y por supuesto, guión.
Chaplin dirigía, escribía, actuaba y componía la música de sus películas y todo lo hacía bien. Sus últimas películas fueron sonoras y él también buscó esa gran frase. Así hay que ir hasta 1952 para encontrarnos con esta frase:
Algo hay tan inevitable como la muerte y es la vida.
La frase pertenece a Candilejas (1952 | Limelight | 2h 17min.) Dirigida, escrita y protagonizada por Charles Chaplin, con Claire Bloom, Nigel Bruce, Sydney Chaplin, Norman Lloyd, Buster Keaton, Melissa Hayden . En ella se nos explica la historia de como un viejo payaso (Charles Chaplin), al final de su carrera, salva a una joven (Claire Bloom) de su suicidio. A partir de ese momento cuidará de ella, la hará creer de nuevo en la vida y le enseñará todo lo que necesita para triunfar en el mundo del espectáculo.
La frase aparece al inicio de la película cuando Calvero, el personaje que interpreta Chaplin, está cuidando de la joven Thereza, interpretada por Claire Bloom. Al ver que esta, a pesar de sus esfuerzos, continua sin ganas de vivir le dice esta contundente frase. El resto de la película Calvero le enseña a Thereza la importancia de esa frase. Posiblemente este fuera el último gran éxito de Charles Chaplin. Escrita, dirigida, interpretada, producida y con la banda sonora compuesta por él mismo y que ganó el Oscar a la mejor Banda Sonora Original. Para la historia del cine queda el sketch final de Chaplin junto a Buster Keaton, ya no solo por ser la primera y única vez que podemos ver a los dos genios juntos en pantalla, sino porque nos demuestran una vez mas que no necesitan ni una palabra para hacernos reír. La leyenda cuenta que Chaplin recortó escenas de Keaton para que no destacara, aunque otros cuentan que Chaplin dejó de lado su rígida manera de dirigir para darle libertad para actuar en ese último sketch.
No todas las frases han de ser originales, siempre se puede echar mano de la cultura popular o de las sagradas escrituras.
El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía
La frase pertenece a Sospechosos habituales (1995 | The usual suspects | 1h 46min.) Dirigida por Bryan Singer y protagonizada por Stephen Baldwin, Gabriel Byrne, Chazz Palminteri, Kevin Pollak, Pete Postlethwaite, Kevin Spacey, Suzy Amis, Benicio Del Toro, Giancarlo Esposito. La película nos cuenta como la policía encuentra muertos a casi todos los miembros de una peligrosa banda de delincuentes que lleva tiempo intentando atrapar. El único superviviente es Verbal (Kevin Spacey), el cual contará durante el interrogatorio del agente Dave Kujan (Chazz Palminter) todo lo sucedido. Esta excursión de Bryan Singer fuera del mundo de los super-héroes es quizá una de sus mejores películas, pero como pasa con las películas de M. Night Shyamalan, una vez sabes el secreto no la vuelves a ver con los mismos ojos. La película te da todas las pistas para resolver el rompecabezas y la definitiva es esta frase, pero que tú como espectador, al igual que le pasa a la policía en la película, no le hallarás sentido hasta las últimas escenas, pero una vez sabes la verdad esta frase resumen a la perfección la película. Kevin Spacey se llevó el Oscar por su papel de Verbal y Christopher McQuarrie al de mejor guión.
Por supuesto las grandes historias de amor son las que suelen tener grandes frases, y esta es una de las mejores.
No quiero necesitarte porque no puedo tenerte
La frase pertenece a la historia de amor de Los puentes de Madison (1995 | The bridges of Madison county | 2h 15min.) Dirigida y protagonizada por Clint Eastwood junto a Meryl Streep. Los hijos de Francesca Johnson (Meryl Streep) acuden a la casa donde nacieron para cumplir las últimas voluntades de su madre. Allí descubren un diario donde su madre explica como durante cuatro días, mientras ellos con su padre estaban en una feria, conoció al que sería el amor de su vida (Clint Eastwood). Secreto que guardó hasta la muerte. La frase la pronuncia el fotógrafo que interpreta Eastwood, que está allí para hacer un reportaje fotográfico de los puentes del condado, cuando ella le recrimina que si solo va a ser una aventura mas en su vida. Esta frase resume a la perfección toda la película que trata de un amor grandioso, pero que las circunstancias harán que no suceda.
La gente de la calle se apodera de muchas de las frases famosas del cine, y el reconocer o no la frase hace que estes o no en su grupo de influencia. Una de estas dice:
y si se acaba la gasolina me muero
La frase pertenece a Los amantes del círculo polar (1998 | Los amantes del círculo polar | 1h 52min.) Dirigida y escrita por Julio Medem , protagonizada por Najwa Nimri, Fele Martínez, Nancho Novo, Maru Valdivielso, Peru Medem, Sara Valiente, Víctor Hugo Oliveira, Kristel Díaz, Pep Munné, Jaroslaw Bielski, Rosa Morales, Joost Siedhoff, Beate Jensen. La película nos cuenta la historia de Otto (Fele Martínez/Víctor Hugo Oliveira/Peru Medem) y Ana (Najwa Nimri/Kristel Díaz/Sara Valiente). Les une que ambos acuden al mismo colegio y que sus respectivos padres se acaban de divorciar. A la salida del colegio es donde el padre de Otto (Nancho Novo) y la madre de Ana (Maru Valdivielso) se conocerán y empezarán a tener una relación, pero la relación entre Otto y Ana nunca será la de hermanastros, sino la de amantes. A mitad de esta genial historia de Medem vemos como la madre de Otto le explica a su pequeño hijo el porque se va a divorciar de su padre. Le cuenta que el amor es como un coche, al cual si no le hechas gasolina de tanto en tanto este se acaba parando. A lo que el pequeño Otto responde entre lágrimas "Yo te voy a querer siempre, y si se acaba la gasolina me muero". La frase refleja el amor incondicional que se puede llegar a sentir por otra persona, sean cuales sean las circunstancias de la vida, lo cual es el resumen perfecto de la película.
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